Enrolado como grumete en el barco de Metamorfosis Masiva me han enviado diréctamete al carajo. En la canastilla hace frío, no tengo vértigo y en lontananza se adivinan las volutas chamuscadas que salen de las mentes de algunos participantes. Espero no defraudar al capitán, el rancho me gusta caliente y prefiero estar aquí, en el carajo, a estar fregando la cubierta.
1 comentario:
Bienvenido Vikingo!!!
... y que bien empezamos, tan disparatada botadura!!!
No se confie y agarrese que vendran malos y de proa!!!
Jajaja!!!
Un abrazo socio.
D.
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